Todo ciclo tiene un fin...

Tenía apenas once años cuando le conocí, teníamos la misma edad, vidas completamente distintas, pero tan pequeña y tan sola decidí creer en este nuevo concepto de amigo.
Recuerdo la primera vez que lloré con él. Era el quinto tomo y había muerto recién un personaje importante para él, su única figura paterna, su única familia. La muerte no me impactó, me lo esperaba. Me llegó un poco más su reacción, los impulsos que sintió apenas vió aquel cuerpo caer ¿Sería todo esto tan así? Lo comprobé poco despues, poco menos de un año despues. Recuerdo que cuando bajaba el ataud, sentí el mismo impulso que él sintió al ver caer a su padrino. Quería que todo fuera un horrible sueño. Se me ocurrió la brillante idea de recordar aquello un par de días despues de los acontecimientos. Mal. Desde entocnes me apegué al personaje como si fuera yo misma. Sus enojos se parecian a los míos y muchas de sus reacciones me recordaban algunas propias.
Poco despues llegó el sexto tomo, poco menos interesante pero con muertes igual de dolorosas. No caí ante ese dolor, no me convenció la descripción de esos sentimientos que tanto me habían llenado en el quinto libro.
Llegó la película y esa historia es más conocida, me fui a negro en el moemnto de la muerte, escuché los gritos de Harry que se mezclaron con mis recuerdos de aquel funeral, comencé a llorar sin consuelo, mis amigos no sabían el por qué.
Ha llegado el fin, todo ciclo se termina, tras leer la página 638 se acabó nuestra amistad. El final no fue como lo esperaba. Creí que moriría, pero no fue así. Es cierto, lloré. Pero no al ver su muerte, si no que al compartir nuevamente sentimientos con él. Veía él a quienes habían muerto, les hizo preguntas y se sintió seguro bajo sus fantasmagóricos abrazos. Imaginé que sería de mi si eso pasara, cuanta gente quería ver! ¡A cuantas más quería preguntar mil cosas! "¿Crees que él nos compare demasiado?, ¿No te molestan mis bromas para animarlo?, ¿Qué crees de Él? me habría encantado presentartelo en persona...."

Se acabó...


No sabría como sería mi vida, si nunca te hubiese leído...

Regresar a Tara

Tantas veces durante el año recordé nostálgicamente los felices momentos que pasé en esa tierra. Donde el aire sabía salado y olía a pino, las caídas se disfrutaban y reían y las noches se pasaban alrededor de una fogata o corriendo por el bosque. Tanto necesité ir a ese lugar el año que pasó que no podía soportar estar a sólo 15 minutos de distancia y no ir.
Pasamos sólo 2 minutos, y ellos bastaron para que en mi mente se agolparan los más duros momentos. El fracaso, la resignación, la negación, el colapso, la pérdida. Todo.
Necesitaba llorar, necesitaba perderme en ese bosque una noche y llorar todo lo que no lloré en el año, por hacerme la fuerte o no sé. Pero era tarde y debíamos llegar pronto a casa. Me quedé con un nudo en la garganta por más de una hora. Miraba la luna fijamente mientras mi hermano veía no sé que cosa en el dvd, extrañé muchas cosas que me hacian sentir más segura, como protegida, como pequeña. El año que terminó me hizo ver que ya no pudo depender del mundo y lo aprendí tan de repente que no solo me sorprendí yo, sino que también sorprendí y asusté a muchos de los que me rodeaban.
Aun le tengo miedo a los cambios, aun tengo mucho que llorar, pero sé que mi espera se verá recompensada muy pronto.

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Por que no necesitamos las palabras para comunicarnos~

Definiciones I

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
aspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien, centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

Huir el rostro al claro desengano,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño,

Creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor; quien lo probo, lo sabe.







Es hermoso y monstruso . Delicado y punzante. Confiable y traicionero.

Esto de mirarte...

He decido no verte nunca más a los ojos.
Nunca más dirigir mi mirada hacia la infitita oscuridad de tus ojos.
Y es que ese eterno y tenebroso mundo de tu mirar me atrapa instantaneamente y me he porpuesto no volver a caer.
Por eso protegeré mi mundo antes de hablarte, detendré la eternidad para tener el tiempo de preparar mis defensas... cerraré mis ojos para no caer.
Para no caer en el impulso de decirte cuanto te quiero, en el apuro de abrazarte, en el deseo irresistible de besarte.
Ahora ya lo sabes.
No te miraré más a los ojos.
Aun que es bastante probable que ellos me llamen y cautiven para caer nuevamente en su infinita oscuridad. Por lo que creo que mi decisión se verá reducida a uno que otro escape de tu mirada, esquivarte otra vez y a desviar mis ojos algunos minutos para no caer TANTO en esta trampa.
Verás... el plan es simple. Aun que por culpa de tus ojos, tal vez la misión no sea cumplida con éxito.