lunes, 12 de noviembre de 2007

Carta del día antes



Me acaba de picar un zancudo en la rodilla.

No reaccioné cuando lo vi detenerse en mi piel.

Me quedó una roncha y me dio comezón, pero no he reaccionado aun.

Hablo contigo y te ríes de mis no-reacciones.

El zancudo quiere atacar mi cuello. Con un movimiento de mi hombro lo saco de ahí.

Sonrío por lo que me has dicho.

Malvado, siempre logras robarme sonrisas.

Recuerdo todas las cartas que te he escrito, de sólo dos o tres has leído fragmentos que he trascrito a este pergamino virtual. Recuerdo que la primera fue escrita el 21 de Agosto, tenía las intenciones de entregártela en tu cumpleaños. Pero decía mucho. Contaba muchos secretos entre líneas que tú no podías conocer por ningún motivo! No era el momento, de hecho, según mis planes… nunca sería el momento.

Pero una tarde en Bellas Artes arruinaste mis propósitos. Entre juegos, sonrisas y un intento de hurto, logré entender que caminábamos en el mismo sentido, claro que tu ibas a mayor velocidad.

Intenté seguirte el ritmo.

Mis pasos eran inseguros y me hicieron tropezar, haciendo que cayeras conmigo. Pero te pusiste de pie y me ayudaste a levantarme. Desde entonces caminamos juntos.

Los primeros días, el camino fue difícil. Sentía que caminaba con un fantasma. Sola con la ilusión de dejar de estarlo.

Y llegaron como pájaros con el viento, que azotaron mi cara despertándome.

Estabas ahí. Tomando mi mano, firmemente. Disminuiste la velocidad de tus pasos para ir a mi ritmo. A través de mi te enteraste de la mitad de mis dudas, pero de mi comportamiento debes haber concluido varias más. Por eso desaceleraste, me esperaste, me levantaste de mi caída y lentamente has tratado de esclarecer todas mis indecisiones.


No puedo asegurarte un triunfo, pero puedo asegurarte que no es un fracaso.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja
gane
eso po
xau
(se supone q no debo hablar)
E

ignacia dijo...

porque lo sé?
porque no he dicho ni los cuandos, ni los comos, ni los dondes y no he dicho nada.
Posteando por la razón real de este post, wou, se nota que estás enamorada! hasta podría apostar como se sonrojan las mejillas de solo pensar en roger, o mejor aún, como tu mirada brilla de solo pensar en él, que bueno saber que eres feliz.

=***

ignacia dijo...

OK, ya entendí, no volveré a publicar sandeces, me quedó claro. Y si, la universidad es un cambio grande. No me cabe duda, disculpa mi poca perceptividad.
Ah y vale por matarme las pasiones en el post quiza más lindo que he escrito. Vale, en serio.