domingo, 21 de octubre de 2007

¿Cómo quieren que no tenga miedo?

¿Cómo quieren que no tenga miedo?

En la antigua Grecia el teatro era utilizado como un medio para inducir a la catarsis, a la meditación. En el escenario se mostraba tanta tragedia que las personas comenzaban a apreciar lo bello, su vida, su amor. Ser espectador de la tragedia griega es tan difícil como ser su protagonista.

Ser espectador me ha enseñado a tener miedo. Miedo a sufrir, miedo a perder. He visto llanto, muerte, sueños rotos. No puedo negar que he visto sonrisas, proyectos e ilusiones. Sólo cuando todo el brillito a tu alrededor, los arco iris que veías junto a sus ojos y las estrellas que llovían cuando se besaban llegan a su fin te das cuenta de todo lo que has perdido. ¿A cuántos dejaste de lado por ver esas estrellas? ¿A cuántos plantas para sentir ese sabor otra vez? Y ahora, que estas sólo ¿A cuántos extrañas?

Tengo miedo, no sé como reaccionaré en ese momento. Lo único que tengo claro es que no quiero caer en esto, no quiero dejar de lado a nadie, no quiero olvidar, ¡Quiero darles la importancia que se merece cada uno de ellos!

¿Es necesario olvidar por amor? ¿Es realmente necesario dejarlo todo cuando amas?

¿No es más lindo entregarlo todo que dejarlo? Decirle con orgullo: “Este es mi mundo, quiero compartirlo contigo, quiero que formes parte de él”. ¿Cuán difícil puede llegar a ser eso? ¿Será verdad que cuando te enamoras te ciegas completamente al resto?

Esta bien, ya me he resignado. Sé que algún día puede llegar a ocurrirme. Al igual que crecer, aunque aún me niego a hacerlo, tarde o temprano debía llegar. Pero como buen espectador, espero haber aprendido de la obra y no caer en los mismos errores en los que los protagonistas cayeron. En los que tú caíste. Me siento mal de no haber notado que te ibas de mi lado, lenta y silenciosamente. Podría haber sido más suave el golpe si lo hubiese notado antes, pero no, la tonta lesa debía cegarse de confianza y de dependencias en ti y llorar cuando por fin me abofeteó la realidad. Has cambiado y no eres el chico que se transformó en mi amigo, el chico con el que soñé, ni el chico con el que nos proyectamos hasta en Valparaíso.

No sé como decir adiós, supongo entenderás que ese golpe en tu cabeza, fue en parte la despedida y en parte un “Despierta y observa: ¿Cuántas amigas ya has perdido?”

Realmente espero….haber aprendido de esta triste obra de teatro.

Purple Princess


3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

O_O omito comentarios...pero es fuerte...

Anónimo dijo...

Ahora si...
se me paso el colapso por lo que lei...
es una pena q sientas eso...perderle...tu ya sabes q ya me ha pasado y duele...sobre todo por el cariño inmenso q te unia...
no se q poner..nada de cursis...ni palabras...las palabras son inefectivas si no les une la accion...y mi unica accion es verte y apoyarte aunq sea con la mirada.
te qro
endion