
Normalmente este día estoy ansiosa, llena de ilusiones y ganas de ver la cara de mis familaires al ver los regalos que con santa paciencia (en estos malls y lugares comerciales) mi madre y yo les buscamos especialmente a cada uno de ellos. Este año es distinto. No participé en la compra de regalos, estoy cansada e incluso algo angustiada. Y me deja un poco perpleja el darme cuenta de la fecha de hoy. ¡Mañana es noche buena! ¿Y yo la espero de esta manera, con un nudito en la garganta y el pecho apretado? ¿Porqué? La misma historia de siempre, callas algo y comienza a crecer dentro de ti. Espero, esta vez no explotar.
Cristo, ven y renace en mi vida!